El sistema educativo británico tiene un gran prestigio internacional gracias a su calidad, pero también por cómo potencia otras habilidades en sus alumnos. Esto es clave para su futuro profesional y personal.
Conoce las diferencias entre la educación británica y la española y resuelve tus dudas al respecto. Te contamos todas las claves y sus principales características.
Cómo es la educación inglesa
El enfoque de la educación inglesa ayuda a mejorar habilidades esenciales en el mundo actual. Tiene numerosas diferencias con el español, siendo diferente desde el método de enseñanza hasta las habilidades que potencian a los alumnos.
Educación Práctica
En el sistema español la memorización de los contenidos de todas las asignaturas es lo más habitual. Esto hace que todo se aprenda con el objetivo de aprobar el examen, y después de hacerlo olvidar todo lo que se ha “aprendido”.
Pero en el sistema inglés la práctica es una pieza esencial en el aprendizaje de los estudiantes. Los colegios fomentan este tipo de desarrollo para que puedan aplicar los conocimientos adquiridos en las asignaturas. Para ello, ponen a su disposición las herramientas necesarias para poder solucionar estas cuestiones ellos mismos.
Esto hace que los estudiantes aprendan de forma didáctica y no de la forma retentiva de los alumnos españoles.
Evaluación Continua
En las evaluaciones de la educación británica destaca la evaluación continua, puesto que se valora el esfuerzo y la constancia para que los alumnos tengan un rendimiento sostenido en el tiempo.
De esta forma, no es suficiente con hacer un trabajo a última hora y con prisa, ni aprobar un examen final tras memorizar toda la materia. Los profesores de la educación inglesa premian el trabajo del estudiante durante todo el curso.
Por el lado contrario, la educación española, aunque se dice que tiene un sistema de evaluación continua, la realidad es que los exámenes finales tienen un papel fundamental en las notas de los alumnos. Por lo tanto, no trabaja la motivación de los estudiantes a lo largo del curso.
Sin libros
Todas las asignaturas del sistema de educación español están basadas en los libros. Esto supone un gran peso para las espaldas de los alumnos, pero también un “peso económico” para los padres, puesto que deben adquirir uno para cada asignatura todos los años.
En cambio, el sistema británico destaca por la ausencia de libros. En Primaria y Secundaria se entregan fotocopias gratuitas a los alumnos. Además, se trabaja con otros elementos como ordenadores o tablets. Para que los estudiantes puedan consultar los libros que necesiten cuentan con una biblioteca habilitada para ellos.
Trabajo en equipo y por objetivos
En el sistema educativo español el trabajo en equipo cada vez es más habitual, sin embargo, el inglés fue uno de los pioneros en incorporarlo y es una pieza esencial para su sistema.
Esto permite a los alumnos aprender a delegar responsabilidades, conocer sus puntos fuertes y las claves de cada uno, desarrollar destrezas sociales y dividir los problemas para que todos participen y colaboren en las tareas. Todo esto supone una gran ayuda para afrontar la vida laboral.
Además, en el sistema británico se trabaja por objetivos, lo cual ayuda a tener marcado qué se quiere conseguir al final de curso y supone una motivación extra para poder conseguirlo. Estos objetivos son establecidos de forma personal por cada estudiante como una manera de motivación personal.
Sin embargo, en el sistema español el único objetivo es asistir a clase y aprobar los exámenes, algo que contribuye a que los estudiantes pierdan la motivación durante el curso.
Internados
Para la cultura británica es esencial potenciar el desarrollo individual e integral de los alumnos, por ello, es habitual estudiar y vivir en un internado. Esto ofrece la posibilidad de desarrollar mejores habilidades sociales, obtener una mayor autonomía lejos del núcleo familiar, mejorar el orden y el cumplimiento de tareas.
Esto es de gran importancia en su crecimiento, no solo laboral sino también personal, puesto que los alumnos se enfrentan a etapas diferentes durante la vida y los estudiantes aprenden a adaptarse gracias a vivir en un internado.
En cambio, en el sistema español no destaca la cultura del internado, siendo algo poco común para los alumnos, quitando algunas, puntuales, escuelas privadas.
Etapas formativas diferentes
El sistema educativo en inglés está dividido por etapas formativas distintas, tres específicamente: Pre School, Senior Schools y A Levels. Los cursos de Secundaria y Bachillerato están agrupados en ciclos de más de un curso, por lo tanto, hay colegios que no permiten el acceso a solo un ciclo, o exigen por contraparte requisitos académicos especiales.
Además, a diferencia del sistema español, los alumnos tienen que superar un examen, el GCSE, para poder pasar a los cursos que equivalen al Bachillerato en España.
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Ahora que has conocido todas las claves sobre el sistema educativo británico y las diferencias que tiene con el español habrás descubierto todas las razones de su prestigio.
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